
Introducción
La Tela, también denominada Ballet Aéreo o Tela Acrobática, es una actividad de destreza y de riesgo; una modalidad de práctica (técnica) circense del grupo de los aéreos. Al contrario de las seculares modalidades del circo como es el caso de los malabares, las acrobacias y el trapecio, la tela tiene su aparición en el universo circense de forma reciente, aproximadamente hace unos 30-40 años. No se puede decir que haya habido un único inventor, al menos no hay pruebas de ello. Lo que sí hay son indicios de que la tela haya sido creada a partir de una evolución de las técnicas de cuerda fija y cuerda indiana. Algunos dicen que surge del trapecio tradicional, como una forma de evolución antes mismo de alcanzar el trapecio, utilizándose de la cuerda que se pone para subirse al trapecio. Hay quién diga que la tela surge de performances (accidentales o no) de artistas que se colgaban en las cortinas del fondo del escenario en las carpas o de la frente en los teatros. De los aparatos aéreos más empleados en el circo (trapecios y sus variaciones, lira (anilla), bambú, cuerda indiana, argolla, etc.), se considera la tela uno de los más asequibles, de mayor rapidez y seguridad en el aprendizaje. Quizás sea por la calidad del material, por alcanzar el suelo (lo que facilita la subida) y por ser más flexible y suave. La experiencia indica además, que la práctica de la tela puede servir como un puente a los demás aparatos aéreos, que exigen, en la mayor parte de los casos, mucha fuerza, flexibilidad y resistencia. Quizás sea por eso, que la práctica de acrobacias en tela haya transcendido, en muchas localidades, los espacios típicamente circenses tan rápidamente, por lo que es común que depararnos con personas practicando esta modalidad en gimnasios, clubes, teatros, estudios de danza, escuelas, discos, etc.
Resumiendo, aéro telas consiste en la realización de figuras, movimientos de contorción, de fuerza y espectaculares caídas o escapes en una tela de material sintético. Las rutinas duran entre 5 y 8 minutos. Lo puede realizar una persona, dos o hasta tres personas.
Cómo y dónde amarrar la tela.
La forma de atar (amarrar) la tela puede variar de acuerdo con la creatividad del practicante, teniendo en cuenta los mecanismos de seguridad y las características de la estructura que sujetará la misma. La manera más habitual de fijar el aparato es doblando la tela por la mitad de su longitud (que normalmente es de 20-26 metros, aunque depende la altura a la cual esté del suelo), dividiéndola así en dos partes iguales que serán utilizadas para llevar a cabo los diferentes nudos (trabas), bloqueos en el cuerpo y sus respectivas figuras y caídas. La tela pede ser fijada directamente en una de las vigas que componen la estructura del techo (carpa, teatro, local), en grúas o estructuras especialmente construidas (pórticos). Normalmente se utilizan material de escalada (mosquetones, cintas y cuerdas) para fijar la tela, dado que este tipo de material aumenta la seguridad. Además las cintas protegen la tela de los roces con la superficie que la sujeta (viga). Cuando se realizan performances en pareja en la tela se recomienda más cuidado a la hora de fijar y con la calidad de la tela. La altura también puede variar, según los objetivos y el espacio de práctica. Lo normal es instalar el material entre 4 y 12 metros de altura. La altura será decisiva en el momento de determinar los trucos que pueden o no ser realizados. Cabe resaltar que para practicantes novatos se recomienda utilizarse de telas con poca altura o indicar que no suban demasiado, dado que su cuerpo puede no soportar el esfuerzo y caerse. Además, cuando se hacen caídas o movimientos rápidos desde la altura sin una técnica adecuada pueden producirse roces que llevan a quemaduras y nudos peligrosos. Muchos novatos, por los nervios o el cansancio, se quedan colgados sin lograr quitarse nudos que se producen de forma intencional o no y necesitan de ayuda para dejar el aparato. Por último es fundamental el empleo de colchones debajo de la tela. Eso se recomienda incluso para expertos, dado que siempre estaremos bajo el riesgo de un accidente o un fallo del material.
